Nelson Lillo Merodio ha sido sindicado como uno de los grandes torturadores de la Dictadura Militar. No solo desde Investigaciones, donde llegó a dirigir en 1980 el Comando de Vengadores de Mártires (Covema), responsable de secuestros, torturas y asesinatos, pero también en su rol de nexo entre Investigaciones y la CNI.
Era conocido por sus pares como “el hombre” por su capacidad de obtener cualquier información a sus “interrogados”.